sábado, 3 de octubre de 2009

Pensamientos Vagabundos

MUDANZA

Hace una semana que vivo en un lugar distinto y me atrevo a decir que mudarse es tan difícil como perder el amor o a un ser querido. Viví en aquella casa de mis recuerdos diecinueve 19 años, toda una vida que ahora añoro con nostalgia y melancolía. No es una mansión de fantasía sino más bien una residencia modesta pero hermosa, con patio y jardín y grandes ventanas. Cualquier bufón o crítico me diría que soy un superficial y que la vida va más allá de objetos sin valor real pero en este caso es diferente porque no hablamos de zapatos ni un juego de porcelana china, hablamos de una cada donde compartí los más gratos momentos con mis seres queridos, donde viví los más increíbles episodios de mi vida, que llore, reí, deteste y disfrute. Hace una semana que vivo en un lugar distinto y en ese último día decidí regresar y enfrentar mi pasado en una casa vacía.

Entré por la puerta principal al lobby y un baño, detrás estaba la sala y un comedor y detrás el jardín. Fui hasta ahí para ver mi pasto, mis flores y arbustos y unas ganas inmensas de llorar se apoderaron de mi pero decidí continuar. Pase por la cocina hacia el lobby y las escaleras que me llevarían hasta mi habitación y entre. Un cuarto vacío con una gran ventana. Camine hasta encontrarme con ella y ver la vista de mi pasado y unas ganas inmensas de llorar se apoderaron de mi pero decidí continuar. Ahora iría hasta el cuarto de mis padres en el extremo opuesto de mi habitación y con una vista completamente diferente. Llegue a una gran cuarto vacío en tonalidades verde menta con una gran ventana café y camine hasta encontrarme con aquella vista por última vez. A lo lejos se pueden ver los altos arboles de un parque al otro lado de la calle, una imagen tranquilizadora que me había gustado ver durante diecinueve 19 años y a la que tendría que decir adiós. El día estaba nublado y al acercarme y contemplar la vista empezó a llover, como si el cielo llorara mis penas y entonces unas ganas inmensas de llorar se apoderaron de mí y me derrumbe rodillas al suelo y no pare hasta hincharme de llorar. Para mí el llanto ayuda a purificar el alma y sobrellevar el pasado. Yo necesitaba sobrellevar el pasado. Salí de la habitación hacia la puerta principal y vi florecer algunos alcatraces y me senté a su lado en el escalón. Pensé que mi esencia permanecería en aquella casa de mis recuerdos pero a un alto precio, un pedazo de mi alma.
JALC

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